Estas dos mujeres, Ada Colau y Manuela
Carmena, cada una en su estilo, nos han demostrado que hay otra manera de
entender la política y han puesto de nuevo en valor algo que la izquierda
tradicional habíamos ido perdiendo, que la visión y las actitudes del feminismo
progresista son mucho mas cercanas,
vivas, ilusionantes, humanas y creativas. Son el resumen de las recientes
elecciones que nos han traído mejor democracia, más política y más izquierda.
Aunque en la noche electoral, salvo UPyD
todos estaban contentos, a medida que han ido pasando los días las cosas
parecen más complejas. Y ya se pueden hacer algunas reflexiones mas sosegadas.
En el fragor de las autofelicitaciones
que casi todos los dirigentes políticos se han hecho, ha pasado desapercibido el
dato de la abstención. Nos estamos acostumbrando a porcentajes elevados de
personas que no ejercen el más importante derecho democrático. Es cierto que en
comparación con las elecciones europeas, la participación ha sido mucho mayor,
pero en todo caso que más de un@ de cada tres ciudadan@s con derecho a voto se
haya abstenido, con la intensa polarización política que se estaba produciendo,
no es para estar satisfecho. Todavía hay muchas personas que no encuentran una representación
o una motivación política para ir a votar.
En segundo lugar tiene una gran
importancia que el PP haya sufrido una
sensible caída de sus votantes y sobre todo una previsible fuerte perdida de
poder político. Pero a pesar de lo que han hecho en el gobierno del Estado, en
las Autonomías, en los Municipios y en el seno de su propio partido y tras más
de tres años de permanentes movilizaciones sociales, el castigo electoral no es
el que muchas personas imaginaban. Pase lo que pase, hagan lo que hagan, la
derecha en España tiene un sólido suelo electoral y es previsible que recuperen
espacio para las elecciones generales a poco que hagan algunos cambios de
imagen, de candidatos y que la irregular recuperación económica siga adelante.
La izquierda en sus diferentes opciones
ha recuperado terreno en su conjunto, pero el punto de partida era tan bajo
sobre todo para los socialistas, que tampoco hay que exagerar el avance. Porque,
además, el notabilísimo éxito de Compromis (por cierto una organización
consecuencia de la intolerancia y la rigidez de IU), de las diversas formulas
unitarias en el ámbito municipal y la expansión de PODEMOS, tiene todavía que
cristalizar en buenos pactos que permitan transformar en acción lo que se ha
logrado en las urnas. Habrá que esperar algunas semanas para ver si toda la
izquierda se comporta con inteligencia política, para consumar en cambios de
gobiernos y de políticas el apoyo electoral recibido.
Y en ese panorama hay una nefasta
realidad: el desastre de IU. No puede ser un consuelo el manejo de los datos de
concejales que hizo Cayo Lara la noche del 24 de mayo. Ni son admisibles los
ataques feroces que diversos sectores de IU se están dirigiendo para explicar
la derrota electoral, lo que presagia una mala digestión de la misma. Porque si
el desastre se hubiera limitado a Madrid, podría vincularse a la guerra interna
o en otro sentido los resultados de Extremadura consecuencia de su inexplicable
apuesta sosteniendo al PP. Pero la desaparición en la Comunidad Valenciana o en
Murcia y la reducción en otras Comunidades Autónomas (con la única resistencia
digna en Asturias), reflejan que los problemas de IU son de fondo y generales.
Y lo peor del caso es que mucha gente de
izquierdas ha dejado de ver a IU como una opción a considerar. Es verdad que en
la noche del 24 de mayo personas que votaron a Gabilondo o a PODEMOS se han
lamentado de que IU se haya quedado fuera de la Asamblea de Madrid, lo que ha
impedido que la izquierda logre la mayoría absoluta. Pero son mas quienes
piensan que votando a IU, han tirado su voto a la papelera. Y a ver quien les
convence de lo contrario en las elecciones generales. En otras palabras, IU ha
dejado de contar como una opción real.
Es cierto que aun conserva muchos cargos
públicos y presencia institucional, pero la refriega política que se avecina
puede ser la puntilla. Como también lo puede ser ese espejismo de hacer ahora
guiños a toda prisa a PODEMOS y a las
plataformas unitarias que en mayor o menor medida estos han impulsado. O mucho
me equivoco o PODEMOS nos va a decir a la gente de IU que queramos pactar con
ellos, que de uno en uno, con el DNI en la boca y a portarse bien. Y es lógico.
Ellos son los ganadores y nosotros los perdedores.
IU solo puede remontar el vuelo si
trabaja donde los demás tienen carencias y eso fundamentalmente es el
sindicalismo de clase, donde aun tenemos muchas amistades y simpatías. Pero prácticamente
hemos perdido el apoyo de las ONGs, de los movimientos ecologistas, de los nuevos
movimientos sociales y vecinales y desde luego no nos hemos preocupado de los católicos
progresistas. Recuperar credibilidad y apoyos exige la paz interna y una profunda
renovación de formas de comportamiento interno y externo. Manuela Carmena podría
dar un cursillo a las direcciones de IU al respecto, a la vez que demostrar que
la renovación no es una mera cuestión de poner jóvenes en la dirección o en las
listas sino de cambiar de actitudes.
IU tenemos que hacer una reflexión, rápida,
pero serena, rigurosa y sin orejeras y pensar en la mejor estrategia para el
triunfo de las fuerzas progresistas en las elecciones generales, que ni puede
ser una copia mimética de las experiencias municipales unitarias ni tampoco un
empeño dogmático en presentarnos en solitario. IU debemos asumir que hoy y mas aun en el futuro la izquierda
en España va a ser mas plural, en la que vamos a estar en franca minoría, y con
la que vamos a tener que relacionarnos evitando tanto el autismo dogmático como
el seguidismo apresurado. Y que no podemos descartar que en los próximos
años tengamos que optar entre ser cabeza de ratón o rabo de león.
En lo que respecta a PODEMOS, esta recibiendo ataques desde la derecha y
desde la izquierda y son muchos los que dicen que se ha quedado lejos de sus
expectativas. Es posible, pero lo importante es que ha conseguido un triunfo
incuestionable para una organización que hace algo más de un año cabía en un
taxi. Ahora tienen una enorme y difícil responsabilidad ante sí. Deben ser
exigentes y firmes en las negociaciones,
para no desdibujarse ni perder la confianza de sus seguidores, pero saber muy
bien donde esta la raya que no pueden cruzar, que es sustituir a los gobiernos
del PP y posibilitar alternativas de progreso. Confío en que lo harán bien.
A los socialistas el electorado les ha
dado una nueva oportunidad de recuperar poder político. Pero el mensaje ha sido
muy claro, salvo excepciones, ese poder político ya no lo será en exclusiva y tendrán
que pactar y encima cumplir lo pactado, algo a lo que no todos están muy
acostumbrados. En términos musicales el resultado del PSOE ha sido “allegro ma
non troppo”. Tienen importantes agujeros negros y sobre todo no pueden volver a
defraudar otra vez, como hicieron con la segunda legislatura de Rodríguez
Zapatero. Tienen que asumir otra forma de gobernar, de ser fieles a sus
compromisos y a los pactos que puedan alcanzar con sus posibles aliados políticos,
incluido PODEMOS. Y ello es incompatible con repetir machaconamente que son la
primera fuerza de la izquierda y que son la clave de gobiernos progresistas.
Ello es rigurosamente cierto, pero no
facilita un buen clima de negociación
mostrarse tan prepotentes, cuando además han perdido casi 700.000 votos.
Por ultimo tenemos a Ciudadanos. Otro
indiscutible éxito, que nadie puede minusvalorar. Ahora tienen que montar un
partido en toda España, acertar en sus pactos, donde tendrán que hilar finísimo.
Albert Rivera es un político capaz, que aun con sus errores y falta de
experiencia, aprende y crece a toda pastilla. Que no son de centroizquierda es
evidente, pero tampoco van a ser, como dicen algunos la muleta o marca blanca
del PP, porque eso sería suicida y Rivera no tiene precisamente esa vocación.
Y por ultimo. Siento una gran
satisfacción personal de que la izquierda plural de Xativa (socialistas,
Izquierda Unida y Compromis) haya ganado por goleada y mandado a la calle (y
posiblemente a la cárcel) al corrupto Rus. Ahora me hará mucho más ilusión
pasear por las viejas calles de esta hermosa ciudad.