martes, 29 de abril de 2014

CON 5.933.300 PARADOS NO SE SALE DE LA CRISIS


Ni soy ni comparto la cultura política de “cuanto peor, mejor” o dicho de otra forma, “cuanto peor le vaya al gobierno, mejor para nuestros intereses”. No creo que esta sea una norma de conducta democrática.

Por eso reconozco que hay cosas que van mejor en España: ha bajado de manera espectacular la prima de riesgo, hemos empezado a tener un crecimiento económico positivo, saliendo de la recesión económica, las exportaciones, aunque se están ralentizando algo, están yendo bien, la calificación de la economía española por parte de las Agencias Internacionales esta mejorando, el Estado esta colocando toda la deuda que saca a unos intereses cada vez mas bajos, las principales entidades bancarias, incluida Bankia, acumulan beneficios, la Bolsa poco a poco mantiene su ritmo alcista….

Todo ello es bueno. Aunque no para todos es igual. Les esta yendo cada vez mejor a las grandes empresas financieras o exportadoras, a los inversores en bolsa. Pero les sigue yendo mal, muy mal, a las PYMES, que no olvidemos son la inmensa mayoría de las de nuestro país, a los jóvenes sin empleo, a los parados de larga duración, a las 700.000 hogares en los que no hay ingresos procedentes del trabajo ni tienen prestaciones sociales publicas o a las 1.978.000 hogares en los que ninguno de sus miembros tiene trabajo, a ese 40% de parados que no tienen prestaciones por desempleo….

Efectivamente ya no se destruye empleo con la brutal intensidad de años anteriores, pero en los últimos 12 meses el empleo ha disminuido en 79.600 personas. Es verdad que en el ultimo trimestre el número de parados se ha reducido en 2.300 personas, pero quedan en paro 5.933.300 personas. El número de activos, es decir la suma de los que tienen trabajo y los que buscan trabajo,  desciende en este trimestre en 187.000 hasta 22.883.900. La tasa de actividad se sitúa en el 59,46%, la más baja desde el segundo trimestre de 2007. En un año la población activa se ha reducido en 424.500 personas.

Con estos datos desde luego es una irresponsabilidad política y una inmoralidad social decir que estamos dejando atrás la crisis. Salvo que nos conformemos con esperar diez o quince años hasta recuperar los niveles de empleo del año 2008, como barajan algunos expertos.

¿Pero donde esta el problema para que mejorando algunos indicadores económicos, no se note para nada en la vida cotidiana de los trabajadores, de los pensionistas, de los parados, de los jóvenes?

En mi opinión estamos ante una política económica neoliberal profundamente ideológica y que por esa cerrazón se niega a rectificar.

En estos seis años las recetas neoliberales han fracasado rotundamente y este desastre asumido hasta por el FMI, el Banco Central Europeo o la Comisión Europea, que parecía que iba a dar paso a otras políticas, que al menos combinaran la contención y reducción del déficit con medidas activas de inversión, sin embargo se ha quedado todo en palabras y no se ha dado un solo paso para cambiar la dinámica del ajuste puro y duro. Es más, un país como Francia que a raíz de la elección de Hollande dio síntomas de buscar otra vía mas equilibrada y menos dolorosa socialmente, las presiones de la troika no han cejado hasta torcerle el brazo al gobierno francés, que ha terminado por asumir la esencia de las recetas conservadoras.

Sin embargo tenemos un ejemplo bien diferente en la actitud del gobierno de Obama y de la Reserva Federal, no precisamente de izquierdas, que ante la gravedad y duración de la crisis, dieron prioridad a la generación de empleo por encima de la lucha contra la inflación o el déficit. No estoy  defendiendo el modelo socioeconómico norteamericano, una  realidad muy distinta a la nuestra y desde luego no me identifico con el “american way of life”. Pero lo cierto es que han sabido gestionar mucho mejor la crisis, han dejado de lado el férreo dogmatismo neoliberal y el resultado de esa mayor flexibilidad esta a la vista: unos niveles de paro que están descendiendo hasta casi llegar al 6% de la población. Ni la Unión Europea, ni la mayoría de sus gobiernos, incluido de manera muy destacada el gobierno español, han situado el empleo en el centro de sus objetivos.

No podemos seguir así.

La troika debe dejar de mandar en la Unión Europea y los gobiernos deben dejar de apoyarse y excusarse en la troika para hacer sumisamente lo que esta les dicta. Hay otra política alternativa que atienda a la reducción del déficit, pero con un calendario mucho mas dilatado en el tiempo, que impulse medidas de reactivación de la economía, desde la mejora de los salarios y pensiones a inversión pública o apoyo a la I+D+I y que en definitiva sitúe el empleo como la máxima prioridad.

El día 25 de mayo tenemos en nuestras manos la oportunidad de empezar a cambiar la situación. Quien no aproveche esa ocasión, no tendrá derecho a quejarse después.  


domingo, 27 de abril de 2014

UNA NUEVA COMIDA DE CARAVANA Y UNA REFLEXION SOBRE LA ADICION AL ROCK




Mike Jagger tiene 71 años, Bob Dylan casi 73, John Mayall y Leonard Cohen 80 cumplidos. Sus conciertos siguen siendo apasionantes, de hecho recordamos como  las entradas para los Rolling, en un gran estadio de futbol madrileño, se agotaron en minutos. Es cierto que hay otros grandes artistas en el mundo de la música clásica o del jazz, que han prolongado su vida activa hasta más allá de los 80. Pero en el caso del rock, inicialmente una música de jóvenes y para jóvenes, rompedora, vital, parecería que el paso de la edad tendría efectos devastadores e incluso les dejaría fuera de juego. No ha pasado ni con la mayoría de los músicos ni con la mayoría de sus seguidores.

Cuando yo tenia 15 años y oí por primera vez a Ángel Álvarez con sus programas “Vuelo 605” y “Caravana”, no me imaginaba a mi mismo siendo abuelo y con casi 65 años, siguiendo en la onda del rock. La verdad es que empecé a cambiar de idea cuando a finales de los años 70 iba a visitar a Ángel  a su estudio y le veía ya con sesenta años, con un hermoso pelo blanquísimo, con pantalón y cazadora vaquera y hablando con entusiasmo de los grupos de la “new wave” que estaban surgiendo en Inglaterra. Pensé para mí que a lo mejor era posible ser viejo y rockero.

Este 26 de abril, por quinto año consecutivo nos volvimos a juntar 38 seguidores y seguidoras de la música de Caravana. Para hablar de música, para disfrutar oyendo música. Como ya he contado en otra ocasión, cada año a los organizadores de la comida nos entra la duda de si esta vez tendríamos respuesta a nuestra iniciativa. Confiamos en los amigos, tiramos para adelante y de nuevo la acogida ha sido  magnifica.

Como todos los años repartimos un cd con las canciones que llegaron al numero 1 del Caravana Hit Parade, nuestra propia lista de éxitos. Esta vez correspondía al año 1964 y esa relación de joyas musicales, reflejaba muy bien el espíritu de la música de Caravana: sonido de Liverpool, country, surf, soul, folk, magníficos instrumentistas y orquestas, crooners, pop brillante….Siempre lo he dicho, Ángel Álvarez tuvo la gran virtud de abrirnos las orejas y no encajonarnos en un único estilo de música juvenil. Eso es un valor que no tiene precio.

A los postres tuvimos, por segunda vez, la actuación del grupo MAS MADERA. Todos maduritos, como nosotros. Excelentes músicos de estilo country-folk-rock, que nos ofrecieron un emocionante concierto con un recorrido desde Tom Paxton, sublime folksinger que empezó a principios de los años 60, hasta el actual Josh Turner, pasando por la Creedence Clearwater Revival. Viéndoles y oyéndoles, se reproducía en mi cabeza esa insistente pregunta de cómo es posible sentir e interpretar con esa pasión y con esa calidad una música que nació y se desarrollo a 8.000 kilómetros de nuestro país, en una sociedad y una cultura tan diferentes a la nuestra. Y de maravillosa propina escuchamos a una cantante folk norteamericana, compañera de uno de los músicos de Más Madera, que nos recordó a Joan Báez y Judy Collins.

También tuvimos tiempo para contarnos anécdotas como la de aquel “disco adicto” que con más de 15.000 lps en su casa un día su mujer le dijo que eligiera entre ella o los discos. El sensatamente optó por su mujer y destrozado vendió su maravillosa discoteca. Pero no superó el mono, y a los quince días empezó a comprar de nuevo discos para intentar rehacer su colección. No sabemos como acabó esta deliciosa historia, que refleja bastante bien la tremenda adición que provoca el rock.

Otra cosa buena de estas comidas de Caravana es que, a diferencia de las habituales reuniones con amigos y colegas, no hablamos ni de pensiones ni de enfermedades, ni de nuestros hijos desperdigados por el mundo en busca de trabajo, ni siquiera enseñamos fotos de nuestros nietos, lo que es el colmo y por supuesto tampoco discutimos de futbol o de la crisis. Así que nos despedimos tan contentos y quedamos ilusionados para el año que viene.









viernes, 25 de abril de 2014

LA REVOLUCION DEL 25 DE ABRIL EN PORTUGAL




El 26 de abril de 1974 muchos no nos podíamos creer las noticias que nos llegaban de Portugal. Esa misma tarde llenamos el tablón de comunicados de nuestro despacho de Españoleto 13, con recortes de periódicos que hacían referencia al “Movimiento de los capitanes” que estaba terminando con la dictadura salazarista.

Estaba ya muy cerca el 1 de mayo y entre nosotros comentamos lo estupendo que sería asistir a su celebración en una Lisboa recién liberada. Dado que ese día estaba convocada lógicamente manifestación en Madrid y cabía la posibilidad de que hubiera detenidos, no podíamos ausentarnos todos los abogados del despacho. Así que acordamos que irían Tomas Dupla, Julia Marchena, Nacho Salario y Emilia Graña. Y en el puente de San Isidro lo haríamos  Javier Sauquillo, Lola González Ruiz y yo.

Así fue. Volvieron transfigurados, entusiasmados, llenos de carteles y propaganda, contaban y no paraban.

La tarde del 14 de mayo, en el R-5 de Javier y Lola, nos fuimos, junto con Elena y con Javier  García Fernández “Panfle”. Viajábamos  apretados pero felices. La malísima, por aquel entonces, carretera de Extremadura, estaba llena de coches que iban a lo mismo que nosotros. Tardamos en conseguir un sitio para dormir, ya muy tarde y cerca de Mérida.

El cruce de la frontera era una autentica romería de coches de rojos españoles, que decíamos adiós a los carabineros y éramos recibidos con expectación por los guardia nacional portuguesa.

El campo del Alentejo estaba precioso. Verdísimo y cuajado de amapolas y otras muchas flores. Llegamos a Lisboa, conseguimos un Hostal en la zona alta a través de un amigo periodista de izquierdas, que desgraciadamente ya no recuerdo su nombre y nos fuimos a pasear por la ciudad. Estaba completamente empapelada de carteles de apoyo a la Revolución y de convocatorias de manifestaciones y mítines. La plaza del Rocío estaba abarrotada, la mitad portugueses y la mitad españoles. Llena de corrillos, de gente discutiendo, dando mítines improvisados.

Al día siguiente por la mañana fuimos a la sede del Partido Comunista Portugués, en un piso antiguo y destartalado, con un gran trasiego de gente entrando y saliendo, y que gracias a los contactos que llevábamos no tuvimos problemas para que nos dejaran pasar y hablar con ellos. Nos llenaron de folletos, de libros, de carteles, de pins y hasta de incipiente “artesanía revolucionaria” (aun conservamos una preciosa campesina de madera con una hoz y un martillo con el brazo levantado).

Esa tarde asistimos a un Mitin del PCP en una especie de Plaza de Toros cubierta, creo recordar que se llamaba el “Campo Pequeño”.  Aunque llegamos pronto y era muy espacioso, estaba hasta los topes. Lleno de carteles, de banderas. Había un gran entusiasmo y a la vez, fue algo que nos llamo la atención, una evidente preocupación y temor de que hubiera ataques de la extrema derecha o de antiguos policías de la PIDE. Todavía no se terminaban de creer lo que allí estaba pasando, como si estuvieran en un sueño y temieran despertar.

Hubo canciones, consignas, las intervenciones de dirigentes comunistas y el cierre por Álvaro Cunhal, que fue una apoteosis de enardecimiento de la gente. Todos hicieron referencia a España y saludaron a los muchos españoles presentes en el mitin, con gran alegría nuestra. De nuevo, cada vez que se oía un ruido raro, se producía un momento tenso, llamaban a la calma desde la tribuna y seguíamos.

En esos dos o tres días tuvimos tiempo para recorrer el Centro de Lisboa, coger un transbordador a Setúbal y ver sentados en las escaleras del Cais do Sodre las maravillosas puestas de sol. Compramos algún disco de los cantautores comprometidos con la Revolución, vinho verde y recogimos más folletos y carteles.

Cuando volvíamos en el coche, pensábamos que nos iban a requisar la ingente propaganda que traíamos en el maletero, imposible de camuflar. Al llegar a la frontera, con decenas de coches españoles, la policía ni se molestó en pedirnos el pasaporte, ni en registrar, nos hacían gestos, de “siga”, “siga”, no se si porque estaban todavía en estado de shock por lo que estaba pasando en Portugal o porque simplemente no querían complicarse el día. Durante tiempo tuvimos cubiertas las paredes de nuestra casa de Madrid con Carteles de la Revolución (hasta que los sustituimos por Carteles de la Campaña electoral del PCE en mayo de 1977).

Fue una primavera espectacular también en el campo extremeño y en la Vera. Paramos pasado Navalmoral de la Mata a hacernos fotos con las montañas de Gredos al fondo, todavía con nieve.


Es difícil explicar todo lo que nos aportó a la izquierda española la Revolución de los Claveles, tras la gran frustración de los tanques soviéticos en Praga y el golpe contra el Gobierno de Salvador Allende. ¡Por fin una buena noticia! Nos llenamos de alegría y de animo y albergamos durante algún tiempo la secreta esperanza de que en el ejercito español hubiera también un movimiento como el de Portugal. 

Las cosas después no fueron como esperábamos. En plena guerra fría no era fácil avanzar hacia un modelo de socialismo democrático. La izquierda portuguesa no fue capaz de establecer una alianza estratégica, el "Movimiento de las Fuerzas Armadas" se fragmento y la derecha, reconvertida, volvió a recuperar su fuerza. Cuarenta años mas tarde el pueblo portugués sufre una profunda agresión de "la troika" y de su propio gobierno. Pero muchos españoles siempre guardaremos el mayor respeto y el mejor recuerdo de la Revolución de Abril.

sábado, 19 de abril de 2014

CIEN AÑOS DE SOLEDAD



Paco Candela hacía pocas semanas que había abierto la Librería “Concret” en Gandia. La descubrí por casualidad en aquel verano de 1968. Habíamos ido a comprar unas empanadas y otros dulces a la Pastelería-Horno “Tano”, con una merecida fama. Estaba al lado de la “Concret” y me quedé sorprendido por los libros y discos que tenía en el escaparate. Al día siguiente y ya solo, me presenté en la librería.

Ya no recuerdo si estaban Paco y su mujer Luisa, o uno de ellos. Comenzamos a charlar e inmediatamente salto el “chip” de una complicidad compartida. Eran de los míos y yo era de los suyos. Hablamos y hablamos. Y lo mas increíble, me dijeron que si había algún libro que me interesara especialmente y no tenía dinero para comprarlo, me lo podían prestar unos días. Empecé a visitarles con frecuencia. Casi todas las tardes de aquel  mes de julio me pasaba un rato por allí. Pero la mayor y más grata sorpresa fue cuando nos descubrimos mutuamente como “anti-revisionistas”, críticos de lo que considerábamos el reformismo del Partido Comunista de España. Yo en aquellos momentos militaba en el Frente de Liberación Popular, cada vez en un derrotero más trotskista y Paco en el germen de lo que después seria el PSAN, una organización de izquierda independentista radical.

Paco tenía doce años más que yo y Luisa supongo que algo menos, pero la comunicación y la confianza fueron perfectas desde el primer momento. Incluso a ratos me quedaba yo solo en la librería si tenían que hacer alguna gestión o les ayudaba si estaban agobiados de gente y además les aconsejaba sobre que discos tenían que traer de Valencia para vender allí. Y por supuesto me dieron acceso a la trastienda con los libros prohibidos de Ruedo Ibérico o de Editoriales cubanas, argentinas y mexicanas. Casi siempre al cerrar la librería nos íbamos a “Tano” y me invitaban a algo. Los dos no podían ser más cariñosos y acogedores.  

Una tarde Paco me dijo, “nunca te he pedido que te compres un libro hasta ahora, pero este merece la pena, te va a entusiasmar y querrás conservarlo para siempre”. Era “Cien años de soledad” de García Márquez. Desde que me había politizado en la Facultad casi dejé de leer novelas y por supuesto de comprar, mi interés se centraba en los libros de historia, de economía y de marxismo. Hice caso a Paco y le compré el libro.

A la mañana siguiente, antes de bajar a la playa me puse a leerlo tumbado en el sofá cama del cuarto de estar. Mis padres no daban crédito. Me estaba tronchando de risa continuamente. No fui a la playa con ellos, ni después dormí la siesta, ni salí por la tarde ni por la noche con la pandilla. Leía y leía y había párrafos, páginas o capítulos que me gustaban tanto que los volvía a leer dos o tres veces. No paré hasta que lo terminé. Hacía mucho que no disfrutaba tanto con un libro, quizás desde Robinson Crusoe o de los Hijos del Capitán Grant o del Corsario Negro de Emilio Salgari.

Nunca le agradeceré suficientemente a Paco y a Luisa su amistad, que se prolongo durante los tres o cuatro veranos que seguí yendo a Gandia, los dos meses del estado de excepción de 1971 que pasé allí o las veces que por razones de trabajo o militancia iba a Valencia, a menudo con una escapada a Gandia para verles. Me acogían en su casa, me invitaban a comer o a cenar, me trataban como de la familia. Después con el paso de los años dejamos de vernos y hasta de escribirnos. Aunque en la lejanía sabía de su compromiso político, de su dedicación institucional en el Ayuntamiento de Gandia o su trabajo como abogado. También de su muerte en el año 2012.

Tampoco le agradeceré suficientemente el haberme descubierto a García Márquez.

Algún tiempo después leí “El coronel no tiene quien le escriba”, que me gusto pero ni de lejos como “Cien años de soledad”. Bastantes años después fue “El otoño del patriarca” y me pasó lo mismo. Esperaba volver a encontrar algo similar a “Cien años de soledad” y la decepción quizás me impedía disfrutar a fondo de lo que estaba leyendo. Lo volví a intentar con “El amor en los tiempos del cólera”,  de nuevo surgió la chispa, me entusiasmé y no pude dejar de leer hasta que lo acabé. Me encandiló, me alegró, me emocionó. Mas tarde “El general en su laberinto”, me interesó, pero no me hizo vibrar. Por fin, el ultimo de sus libros que he leído fue “Noticia de un secuestro”, que otra vez me enganchó y leí de un tirón, siendo como es una creación mucho mas de índole periodístico que novelado y por cierto años después al leer “La Virgen de los sicarios” de Fernando Vallejo, aun siendo anterior, encontré una cierta similitud con  la de de García Márquez, no solo por la temática y la ambientación y aunque la de Vallejo me gustó ni comparación con “Noticia de un secuestro”.  

Han sido tan solo seis novelas las que he leído de García Márquez, dos de ellas inolvidables, de  las que te ayudan a mantener la pasión por la lectura y por la vida y que todos deberían leer alguna vez en la vida, “Cien años de soledad” en cualquier momento a partir de la juventud y “Amor en los tiempos del cólera”, cuando se es ya una persona adulta.


Por cierto no recuerdo a quien prestamos aquella primera y algo cutre edición de “Cien años de soledad” que me vendió  Paco Candela, pero la perdimos y yo creo que incluso la hemos vuelto a comprar dos veces. No se lo reprocho a quienes no nos la devolvieron.


 

viernes, 18 de abril de 2014

LA SEMANA SANTA CUANDO ERA NIÑO


El sábado anterior al Domingo de Ramos mi padre me levantaba a las 7 de la mañana. Desayunaba rápidamente y me ponía a bajar el equipaje al coche, un Seat 1400 de la primera serie, que él ya había aparcado la noche anterior a la puerta de la casa. Yo era un experto en colocarlo en el maletero, que pronto quedaba desbordado y continuaba rellenando todos los espacios posibles en el interior del coche, obligándonos a ir con los pies entre paquetes. Vamos siempre como gitanos, decía mi madre.

A las ocho en punto arrancábamos. El viaje de Madrid a Xativa, menos de 400 kilómetros y más de 10 horas, era una sucesión de rituales religiosos y profanos. Nada mas empezar, bajando la calle Princesa,  rezábamos un padrenuestro, un avemaría y unas cuantas jaculatorias. Al pasar por el Cerro de los Ángeles, un credo y una salve. En Quintanar de la Orden hacíamos la primera parada en un bar de carretera, un segundo desayuno y la  primer visita al water.

En aquellos primeros años 60,  circulábamos tan despacio y había tan poco trafico, que nuestra diversión preferida era apuntar en un cuadernillo las matriculas y marcas de los coches con los que nos cruzábamos o que nos adelantaban. Aunque el viaje era aburrido e incomodo, nos solíamos portar bien. Si había algún conato de pelea, mi padre, sin dejar de conducir, giraba el cuerpo y nos daba pellizcos a mis hermanas y a mi o nos amenazaba con parar el coche y sacudirnos unos tortazos. 

La siguiente parada, ya para comer, era en una zona de pinares pasado el pueblo de La Gineta. Un restaurante inmundo, que a mi madre no le gustaba nada, porque los wáteres, que se encontraban en medio del campo, estaban sucios y eso que nunca vio el de hombres, con una puerta interior llena de dibujos y frases soeces.

La tercera y última parada era en otro bar de carretera en la circunvalación de Almansa. Bebíamos un refresco y volvíamos a pasar por el water. Al iniciar la bajada del Puerto de Almansa, entrando ya en la provincia de Valencia, mi padre se ponía de excelente humor, comenzaba a hablar en valenciano y cantábamos el Himno de Valencia, “Para ofrendar nuevas glorias a España, nuestra región…” y el Himno de la Virgen de la Seó, patrona de Xativa, “Tuya es Xativa, María, nuestros hijos tuyos son, tu eres reina, madre, amparo de este pueblo soñador…”. Después de esta reafirmación valenciana y setabense, mi madre aprovechaba el último trayecto del viaje para que rezáramos el Rosario, los cinco misterios y la letanía, que ello recitaba íntegramente en latín y nosotros contestábamos, “ora pro nobis”.

Al llegar a Xativa, lo primero era visitar a mi tía Ascensión, hermana de mi abuela, fallecida antes de que mi padre se casara, y a mi tío Andrés. Eran como el día y la noche. Ella bajita, bien gorda, simpática, alegre y vital. Mi tío, alto y delgado como Don Quijote, tristón, refunfuñon  y pesimista. Mi tía nos ponía al día de las novedades familiares, bodas y  noviazgos, nacimientos y fallecimientos y, lo mas importante, el estado de situación de las peleas familiares, fundamental para luego no meter la pata y saber si habían sido por herencias, lo mas frecuente, cuestiones de riegos o de caza. Mi tío se quejaba sin parar de que este mundo cada vez iba a peor, que la gente no respetaba a las personas mayores, que no había orden ni concierto, donde terminaría todo esto.

La tía Ascensión nos tenía preparados coca en llanda, pan quemado, arnadi, empanada y rosquillas. Nos despedíamos, cogíamos el coche y subíamos al secano en Bixquert. Mi padre aparcaba en la replaza de casa, bajo los pinos, y se desentendía de todo, diciendo que él ya había hecho bastante conduciendo más de diez horas. Tenía toda la razón. Encendía un “farias” y se ponía a hablar con Rafael, nuestro casero, sobre el estado de los tejados, las cisternas, las viñas, los ciruelos, los huertos de naranjos  o el pozo. Mientras, mi madre, con la ayuda de Pilar, la mujer del casero, hacía las camas y deshacía el equipaje, que ya me había encargado yo de descargar del coche. Si hacía mucho frío, encendíamos la gran chimenea del comedor, aunque siempre tiraba mal y terminábamos ahumándonos.

Resultaba emocionante el reencuentro con los tebeos, los libros y los juguetes, que habíamos dejado desde el verano anterior. Sacábamos las bicicletas, y tras hinchar todas las ruedas, cosa que hacía yo, nos poníamos a dar vueltas por la replaza. Si estaba, Rafaelin, el hijo de los caseros, me  ponía a jugar con él y nos contábamos los chistes verdes que habíamos aprendido en el colegio en ese curso.

Y el ultimo ritual del viaje era ir al secano de al lado a visitar a mi tía Adela y a los primos Casesnoves, que en aquel momento estuvieran con ella y a jugar un rato con Adelita y María Pilar, que aunque mas pequeñas que nosotros, las queríamos mucho y lo pasábamos muy bien con ellas.  

El Domingo de Ramos bajábamos a Misa a la Seó. Lo hacíamos con bastante antelación, por dos razones. Para coger sitio en los bancos de madera que ocupaban algo menos de la mitad de la nave principal, ya que el resto eran sillas de nea, muy incomodas para una ceremonia tan larga y que te obligaba a arrodillarte en el suelo. Cada banco tenía una placa metálica señalando que familia de Xativa lo había pagado y donado. El segundo motivo era localizar y saludar a familiares y conocidos, siempre con gestos, porque a diferencia de lo que sucede hoy día, en aquellos tiempos a nadie se le ocurría hablar dentro de una iglesia y menos en voz alta y menos aun de cosas mundanas.

Mi tío Eugenio, alcalde perenne de Xativa, vestido con el uniforme de Diputado del Movimiento Nacional tenía un asiento preferente; aunque con el paso de los años sustituyó el uniforme por un elegante frac. El Abad de la Colegiata, también perenne, decía un sermón que todos nos sabíamos ya de cabo a rabo. Y al final de la Misa, se iniciaba la procesión de La Burreta y mientras esperábamos en la Plaza de la Seó, aprovechaba para encontrarme con mis primos y amigos.

La Semana Santa transcurría entre los Oficios de Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo, el recorrido para visitar y rezar en los “Monumentos” de todas las Iglesias, Santos Juanes, San Pedro, San Agustín, Santa Tecla, El Carmen y los Conventos de la Calle Moncada y lo mejor de todo, las procesiones. Ya he escrito un post sobre mi participación como “costalero” a partir de los 15 años en la Cofradía de la Virgen de la Soledad, la de los chicos bien de Xativa. Me encantaba.

El ambiente religioso de la Semana, impregnaba todo. En la radio solo había música clásica o espacios con relatos bíblicos. No se podía cantar, ni bailar. Todavía no teníamos televisión en el secano. Y aunque mi madre todos los años compraba “las bulas”, que nos eximían de no comer carne los viernes, salvo los de Cuaresma, en Semana Santa todos los días hacíamos abstinencia. Mi padre, que era más flexible en cuestiones religiosas, hacía una excepción con las copitas del coñac y del jerez que él mismo fabricaba artesanalmente y yo estaba incluido en esa excepción.

Y el domingo de Pascua todo cambiaba. Subían a nuestro secano mi tía Ascensión, el tío Andrés, la tata Teresa, mi tía María Josefa y su novio Antonio y la perrita “Ney”. La tía Ascensión en el patio de la casa y a la sombra del gran azufaifo, hacía una monumental paella, con pollo, magro, conejo, alcachofas, habas, garrafones y judías verdes. Jamás he comido paellas tan ricas como aquellas.

Por la tarde íbamos al secano del tío Eugenio. Mi tía Carmen, siempre amorosa, nos tenía preparados a los niños una mona de pascua, con el huevo duro, unas onzas de chocolate y una longaniza, Después de “rodar la mona” por el suelo y de merendárnosla, los chicos nos íbamos a correr por las viñas, jugando a policías y ladrones, hasta bien entrada la noche.

Al día siguiente, lunes de Pascua, nos volvíamos a Madrid, haciendo el mismo ritual de viaje, solo que al revés.

Un año hubo una novedad. Al cruzar la Plaza de Legazpi, ya casi de noche, estaba llena de policías armados a pie, a caballo y en jeeps y nutridos grupos de obreros dando vueltas por las aceras. Algo estaba empezando a cambiar en España.

Unos cincuenta años más tarde, contar estas historias puede sonar a prehistórico a mis hijos, Javier y Juan,  y no digamos a mi nieta Violeta. Y sin embargo hay que conocerlas para saber como éramos antes en comparación a como somos ahora, porque en definitiva están muy lejos y a la vez muy cerca.

(En recuerdo de Esperanza Maravall, que mereció disfrutar una vida mucho mejor que la que tuvo)



domingo, 13 de abril de 2014

LA IZQUIERDA ALTERNATIVA Y EL 15-M: PREFIEREN SER CABEZAS DE RATON A COLA DE LEON


El vendaval que el 15-M levantó en la política española va hacer pronto tres años, hizo pensar a muchos que una nueva generación iba a protagonizar una profunda renovación en el sistema democrático de nuestro país. Otros, deseando que jugaran ese papel, temíamos que las cosas se difuminaran y al final no se concretara en un cambio real.

Las enormes expectativas se cruzaron con el deseo de algunas fuerzas políticas, hasta ahora minoritarias, de superar el bipartidismo y dar paso a un mapa político mas plural y equilibrado, mas conforme a la diversidad de nuestra sociedad.

Había, sin embargo, al menos dos serios obstáculos para traducir las movilizaciones del 15-M en cambio político real. En primer lugar una ley electoral que en al menos 30 provincias fomenta y favorece el bipartidismo, que beneficia lógicamente al PSOE, al PP, y a los tres partidos nacionalistas (PNV, CIU y ERC), y que por ello no han estado nunca interesados en modificar. Y en segundo término un mensaje lanzado desde sectores del 15-M, en que la critica al actual sistema político, fácilmente se convertía en una despolitización de la movilización social y en una desvaloracizacion general de la lucha política en las instituciones parlamentarias. Si el primer obstáculo trascendía sin duda a las posibilidades de actuación de la izquierda alternativa, el segundo cabía la posibilidad de que se pudiera ir corrigiendo, lo que no se ha llegado a producir.

Pero lo peor es que ha surgido un tercer obstáculo, en este caso imputable en exclusiva a todos los que se reclaman de esa izquierda alternativa y del 15-M: la absoluta fragmentación electoral.

Sin embargo el revulsivo político del 15-M, mas la positiva respuesta que en su momento dieron IU, ICV, Equo, Compromis, etc., hacían albergar la esperanza de que se podría fraguar una amplia alianza electoral del conjunto de la izquierda alternativa.

A la vista de lo sucedido, tengo la impresión de que nadie quería seriamente esa alianza. Los del 15-M porque mas o menos explícitamente meten en el saco del stablishmente político a IU y en menor medida pero también a ICV, Equo y Compromis y rehúyen alianzas con ellos. IU, por su parte, inició un proceso de negociación con grupos del 15-M, pero pronto se notó la prepotencia que le da el saber que estaba subiendo en las encuestas y que podía cubrir el expediente como al final lo ha hecho, dejando dos puestos de segura salida a dos representantes de lo que consideran movimientos sociales.  
Pero lo más sorprendente es que el propio entorno del 15-M ha sido incapaz de hacer una propuesta electoral común y ha forjado varias candidaturas en mutua y suicida competencia. Da la impresión que el 15-M esta reproduciendo ya algunos de los peores vicios de las fuerzas políticas a las que tanto critican.

Y la pregunta que muchos nos estamos haciendo es ¿realmente resulta tan difícil conseguir la unidad electoral de la izquierda alternativa?

Hace unos meses escribí un post tras escuchar al dirigente de Iniciativa per Catalunya, Joan Herrera, hacer una propuesta de convergencia electoral tras un programa muy general y básico. Ese era el camino: 5, 10 como máximo, iniciativas políticas de Reforma de la Unión Europea, que podían ser asumidas por toda la izquierda alternativa.

No ha habido voluntad para avanzar en ello. Han prevalecido la letra pequeña, los puntos y las comas de los programas electorales de cada cual, los prejuicios de unos frente a otros, las expectativas de buenos resultados, los intereses personalistas de dirigentes y hasta el deseo de recontar fuerzas.

Sencillamente es increíble e impresentable que vaya cada uno por su lado, prefiriendo ser cabeza de ratón a cola de león.

Yo sé muy bien a quien voy a votar el 22 de mayo: a los mismos que vengo votando una y otra vez desde junio de 1977, aunque no este muy de acuerdo con todo lo que dicen y hacen, ya que es mucho  mas lo que me une a IU que lo me diferencia y sobre todo porque creo que IU juega y tiene que seguir jugando un papel imprescindible en el equilibrio y reequilibrio de la izquierda. ¿Pero qué van a hacer los cientos de miles, los millones de jóvenes y no tan jóvenes que se sintieron ilusionados con el 15-M? ¿Qué papeleta van a coger entre las varias que se proclaman del espíritu del 15-M? Me temo que la mayoría van a quedarse en casa y unos cuantos se refugiaran  en el voto nulo o en blanco.

La izquierda alternativa mientras sea incapaz de superar los debates teológicos y filosóficos que generan división, no responderá a las necesidades y expectativas de sus potenciales bases sociales. Y ¿quiénes saldrán ganando de esa fragmentación? La derecha española y la europea.


La opción de ser cabeza de ratón va a tener un coste evidente. Luego que nadie se queje, si antes no se ha sabido estar a la altura de las circunstancias. 

jueves, 10 de abril de 2014

TENSION EN EL GOBIERNO DE COALICION DE ANDALUCIA: LO IMPORTANTE ES SUPERAR LA DISCREPANCIA





No me gustaría estar en estos momentos en la piel de Elena Cortés, Consejera de Fomento de la Junta de Andalucía, ni de Diego Valderas, vice-presidente de Andalucía. Tienen una muy difícil papeleta encima de la mesa.

Elena tiene suficientes razones, legales y sociales para afrontar el desalojo de los desahuciados en viviendas facilitadas por la Consejería. Pero su decisión puede entrar en colisión con los derechos adquiridos por otras familias, también en situación desesperada y en lista de espera.

Si gobernar en coalición siempre es muy complicado, lo es  mas aun en tiempos de crisis y de ajustes presupuestarios y todavía mucho mas si se esta gestionando un ámbito social en el que hay una gran presión de demandas no satisfechas, como es el de la vivienda social.

La izquierda alternativa, como IU, no tiene fácil gobernar con el PSOE y viceversa, no nos engañemos. En el PSOE hay fuertes y arraigadas tendencias a un tipo de gestión excesivamente tecnocrática, obviando los aspectos políticos, sociales e ideológicos. Por nuestra parte, en IU, que tenemos todavía muy escasa experiencia de gobierno, salvo en el ámbito local, siempre nos encontramos en la disyuntiva de cumplir lo que nos dictan nuestras ideas y lo que establece la legalidad o los pactos; con frecuencia caminamos en el filo de la navaja y nos vemos empujados por el voluntarismo de querer resolver los graves problemas de la gente  como sea.

En el conflicto actual, parece evidente que la Consejera de Fomento, no solo tiene razones sociales sino también mandatos legales que cumplir, por imperativo judicial. Pero antes de tomar una decisión, con tanto impacto mediático y con previsibles consecuencias políticas, sin duda hubiera sido oportuno consultarlo y tratarlo con los socialistas de la Junta de Andalucía, para buscar una salida satisfactoria para todos.

A su vez, a la presidenta de la Junta le ha faltado tiempo para tomar una decisión aparatosa y con una evidente dosis de prepotencia y hasta de provocación: retirar la competencia de realojos a la Consejera. Es como si quisiera llevar a IU al borde del precipicio y decirles o tragáis o saltáis. Y esa no es manera de tratar a un aliado de gobierno, salvo que se pretenda socavar la coalición o romperla.

Porque si hay algo claro en este momento es el interés, desde diversos y opuestos ángulos en que fracase la experiencia de gobierno PSOE-IU en Andalucía. Intereses en la derecha y no hay mas que ver la inmediata, oportunista, reacción del PP, ofreciendo al PSOE su abrazo del oso, si rompe con IU. También hay intereses dentro del PSOE de quienes no les gusta nada, ni antes, ni ahora y mucho menos en el futuro, gobiernos de coalición entre el PSOE e IU Y por supuesto  dentro de IU, en España y sobre todo en Andalucía, hay minorías que no simpatizan nada con estas iniciativas de colaboración con el PSOE y están esperando la primera de cambio para pedir la ruptura del pacto.

Hay que encontrar una formula razonable para superar el conflicto. Nos estamos jugando mucho con el gobierno de coalición PSOE-IU en Andalucía. Lo he escrito en otros muchos post, si queremos desplazar a la derecha del gobierno del Estado, de la mayoría de las Comunidades Autónomas y de muchos Ayuntamientos, no hay otro camino que el gobierno de coalición PSOE-IU. 

Tenemos que andar y allanar el camino para un gobierno de coalición en España del PSOE e IU, que no va a ser fácil y en el que nos vamos a encontrar fuertes presiones para que la alternativa al gobierno del PP, sea un gobierno PSOE-PP, como esta defendiendo insensatamente el propio Rodríguez-Zapatero y otros lo piensan, aunque por ahora no lo dicen. Un gobierno de gran coalición PSOE-PP, seria apostar directamente por una salida a la crisis de carácter neoliberal. 

Los futuros gobiernos de coalición, si los logramos, van a ser tremendamente complicados, con una gestión postcrisis dificilísima; debemos tenerlo muy claro desde ahora y afinar bien en los programas electorales, tanto el PSOE como IU. No podemos escribir “cartas a los Reyes Magos”, sabiendo de antemano que no se van a cumplir. La recuperación de la credibilidad de la izquierda, pasa porque nos comportemos con rigor y tratemos a la ciudadanía con respeto y sin menospreciar su inteligencia.

Por eso es tan importante que la experiencia de Andalucía no fracase. Es la hora de la cabeza fría, de la política con visión de futuro, de negociar.







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lunes, 7 de abril de 2014

LAS SECCIONES SINDICALES DE CCOO "SE PONEN A PUNTO"




Hacía falta una puesta a punto de la columna vertebral del Sindicato. El Congreso de CCOO fue hace tan solo un año, pero es como si hubieran pasado diez.

Las continuas movilizaciones realizadas, alguna de ellas, como la ultima en Madrid el pasado 3 de abril con una asistencia limitada y con los compañeros de UGT a los que por lo visto “se les olvido ir”; las expectativas de un posible inicio de concertación social, con la convocatoria del Presidente del Gobierno cuatro días antes de la marcha del 22-M, que no todo el mundo ha entendido o compartido; la incesante agresión de la mayoría de los medios de comunicación a los sindicatos de clase, con el indudable desgaste que esta suponiendo; el goteo de medidas de la Jueza Alaya en una evidente clave ideológica, mas allá de los errores y fallos cometidos por los sindicatos; la profunda restructuración organizativa que esta viviendo CCOO en los últimos meses; las posibles tentaciones de recluirnos en los centros de trabajo hasta que vaya pasando el temporal o de confundir el reforzamiento de nuestra presencia en los centros de trabajo con un repliegue de nuestra acción general ante el protagonismo creciente de otros actores o movimientos sociales…etc. configuran un terreno nada fácil para el desarrollo del trabajo sindical.

El primer Encuentro de Secciones Sindicales de CCOO ha reunido el pasado fin de semana a 2.500 cuadros procedentes en su inmensa mayoría de los centros de trabajo, los que día a día se baten el cobre en la defensa de los derechos de sus compañeras y compañeros.

Reconozco que salí de la reunión como si me hubieran puesto una inyección de adrenalina en vena y me hubieran dado de beber un zumo de vitaminas concentradas y creo que como yo el resto de los asistentes.

Llevo muchos, muchísimos años, asistiendo a actos del Sindicato, a todos los niveles y en todos los lugares y la verdad es que en el del sábado había much@s mas compañer@s que no conocía que a l@s que conocía. Buenísima señal de renovación y sobre todo de presencia de savia nueva. La edad media estaba visiblemente por debajo de los 40 años. Hubo intervenciones de quienes tenían seguramente menos de 30 años, que levantaban una y otra vez a los asistentes de sus butacas. Y lo más importante, es que eran intervenciones que reflejaban, conocimiento, experiencia, ideas y entusiasmo. Lo resumió muy bien Toxo: “aquí hay banquillo”.

Pero siendo un acto de autoafirmación, no fue ni autocomplaciente ni de imagen, ni de autoagitación. L@s compañer@s pusieron de relieve lo complicado que lo tienen, la dureza de las patronales, los efectos de los recortes en las administraciones públicas, la caída de la afiliación sindical, el miedo a las represalias de la empresa, lo complicado que resulta la acción sindical en las pequeñas y medianas empresas, que son la inmensa mayoría de nuestro país, la necesidad de extender la presencia sindical en estas PYMES, la importancia de la lucha frente a la discriminación contra las trabajadoras, la prioridad de llegar a los jóvenes….

Junto a todas esas difíciles tareas en los centros de trabajo, quienes tomaron la palabra defendieron el papel de CCOO en la sociedad, de la dimensión sociopolítica del sindicalismo de clase, del impulso y difusión de nuestras propuestas y alternativas, de reforzar las amplias alianzas sociales que hemos ido tejiendo en los últimos años, de la plena vigencia del binomio movilización y negociación.

Y un dato significativo, no se olvidaron los retos que como ciudadan@s tenemos en los próximos meses: la importancia decisiva de las elecciones europeas para cambiar las políticas de la Unión Europea, el llamamiento de ir a votar el 25 de mayo, porque los derechos cada vez más se ganan o se pierden en las instituciones europeas.

Todos salimos con las pilas puestas, pero sin engañarnos. Como muy bien dijo una interviniente “si los sindicalistas no tuvimos miedo para entrar a luchar en las oscuras minas del siglo XIX, no nos vamos a arrugar para defender hoy nuestros derechos”. O como recordaron otros, sin los trabajadores y en primer termino, sin CCOO, no hubiera sido posible la consecución de la democracia en España y fue esa lucha del movimiento obrero, en condiciones mucho mas difíciles que hoy, la que posibilitó el acceso a la libertad y a la construcción de una sociedad moderna y con derechos sociales.

Lloverán chuzos, pero las mujeres y los hombres de CCOO, que vienen de lejos, seguirán estando presentes, inasequibles al desaliento.

Lo dicho. Una buena “puesta a punto”.


viernes, 4 de abril de 2014

PAUL CÉZANNE EN EL MUSEO THYSSEN: PARA NO PERDERSELA





Como sucede con la mayoría de los pintores franceses del siglo XIX y XX, en nuestro país tenemos escasísimas muestras del arte de Paúl Cézanne, a pesar de ser unos de los pintores esenciales y más influyentes en la historia de la pintura de los últimos 150 años. Si queremos conocer su arte tendríamos que visitar el Museo del Quai D’Orsay de Paris, el Metropolitan de New York o el Hermitage de San Petersburgo. Pero tenemos la suerte de que en el Museo Thyssen de Madrid y hasta el 18 de mayo, hay una maravillosa exposición dedicada a este gran pintor.

No es una exposición exhaustiva, teniendo en cuenta que Cézanne a lo largo de 40 años creo en torno a 900 pinturas y cerca de 400 grabados, aunque una parte de ellos no los finalizó y otros los destruyó. Tampoco es omnicomprensiva de su trayectoria, no hay nada de sus primeros años, ni tampoco retratos, salvo uno, aunque magnifico, (“Retrato de un campesino), ni autoretratos, ni  escenas de la vida en el ámbito rural. La exposición se centra sobre todo en paisajes, en una decena de bodegones y en algunas escenas de bañistas. Aun y así es una exposición para no perderse, eso sí sabiendo que hay mucho publico a casi todas horas de todos los días.

Todo lo expuesto, incluyendo algún cuadro de Derain, de Pisarro y de Gauguin, es formidable, precioso, emocionante. Dan casi ganas de llorar de gusto contemplar esos verdes, esos azules, esos paisajes, jardines,  arboledas, montañas, riachuelos, caminos, aldeas. O los bodegones, que a mi en general no me suelen gustar, porque muchos de ellos los considero hieráticos, artificiales y con poca capacidad de comunicación, sin embargo los bodegones de Cézanne son sencillos, luminosos, vivos.

Cézanne fue una persona compleja, con una vida familiar difícil (conflictos con su padre y su mujer), incomprendido y rechazado durante muchos años por el público y la critica, lo se tradujo en un progresivo aislamiento social, refugiándose en el sureste de Francia, en L´Estaque (cerca de Marsella) y en Aix-en-Provence. Además pasó serias dificultades económicas, solo superadas al morir y heredar a su padre y al empezar a triunfar ya al final de su carrera artística. Lo que es la vida, el cuadro mas caro de la historia en una subasta publica ha sido uno de los mas conocidos suyos, “Los jugadores de cartas”, que se vendió en el año 2012 por nada menos que 250 millones de dólares, pagados por la familia real de Qatar.

La pintura de Cézanne, como se puede percibir en la exposición del Thyssen, evolucionó bastante a lo largo de su vida creativa, y fue muy diversa, de manera que encasillarle como un pintor impresionista es a todas luces reduccionista. Desde los primeros retratos y escenas de la vida cotidiana de su primera década pictórica (entre 1860 y 1870), todavía en la honda del realismo de mediados del siglo XIX,  hasta los pintados en su ultima época, ya en el siglo XX (entre 1900 y 1906) en los se vislumbran claros antecedentes de lo que después sería el cubismo inicial o el fauvismo.

Su forma de pintar, sus pinceladas, la utilización de los colores, de la luz, del espacio, son distintas a las de sus compañeros impresionistas y en algunos momentos precursoras de los estilos innovadores de la primeras décadas del siglo XX y se reflejó, p.e. en el éxito que tuvieron sus exposiciones en los años anteriores a la I Guerra Mundial en las dos capitales mas inquietas e inquietantes del arte europeo de aquel tiempo, Berlín y Viena.

Con el paso de los años Cézanne despertó un gran interés entre los pintores impresionistas y una creciente admiración de los pintores que años después revolucionarían la pintura del siglo XX, entre ellos Matisse y Picasso. De hecho el estilo de diversos cuadros de Cézanne dedicados a bañistas o en los retratos que pintó en sus últimos años (“La mujer azul” o “Retrato de Vallier”), se encuentran influyendo  en la obra de Picasso de las dos primeras décadas del siglo XX. Y al final de su vida, Cézanne unió al reconocimiento de otros pintores y de la critica, el éxito de sus cada vez mas frecuentes exposiciones y de ventas de sus cuadros.
  
Desde luego que hay muchas, muchísimas razones, para visitar el Metropolitan de New York o el Quai D’Orsay de Paris, pero aprovechemos que tenemos en Madrid una limitada aunque fantastica representación con la firma de Cézanne. Quienes aun no habéis ido, saldréis encantad@s.