miércoles, 21 de noviembre de 2012

EN EL CAMF DE POZOBLANCO




Hoy he estado en el Centro de Atención de Minusválidos Físicos que tiene el IMSERSO en Pozoblanco (Córdoba). Están celebrando su 25 aniversario y los compañeros de CCOO y el Director del Centro han tenido la amabilidad de invitarme a intervenir sobre la evolución de los servicios sociales en este periodo.

Ha sido un emocionante reencuentro con un pasado que sin duda fue una etapa formidable en mi vida, profesionalmente, la mejor. En el coloquio trabajadoras y residentes han expuesto sus preocupaciones, su malestar, su inseguridad frente al futuro. Desgraciadamente yo no podía darles una respuesta satisfactoria, mas allá de la necesidad de llevar a la opinión publica que pasa en estos centros, que trabajo se realiza, que insustituible función social cumplen o como deberían estar tajantemente excluidos de recortes y limitaciones.

Muchos de los residentes llevan 25 años en el centro. Todos tienen una gran dependencia física y en determinados casos también mental. La edad media es superior a 60 años. Hay una parte sin familia real o de hecho. No quieren marcharse de allí, quieren vivir hasta el final en ese centro. Al despedirme había unos cuantos que estaban en el porche cantando, (estaba lloviendo a mares fuera). ¿Cómo es posible? Hay tres explicaciones, en primer lugar porque ellos, a pesar de todo, tienen confianza en sus posibilidades; porque están activos gracias, entre otras cosas, a que es un centro publico que tiene diversos servicios, actividades y talleres; y porque tienen el apoyo las 24 horas del día de unos profesionales, dignos, cualificados,  solidarios.

Unas profesionales que también están envejeciendo, casi treinta llevan allí desde la creación del centro. Aunque en esos años han mejorado sin duda las condiciones de trabajo, las laborales y las ayudas técnicas, el trabajo sigue siendo agotador física y psíquicamente. Y ahí siguen, sin buenos sueldos, sin reconocimiento social adecuado de su trabajo e incluso sin que los jefes de Madrid se molesten en darse una vuelta por el centro para ver como están las cosas.

Cuando en la segunda mitad de los años 90, a pesar de que estábamos empezando a vivir una etapa de importante crecimiento   económico, empezaron desde el Ministerio de Hacienda a poner cada día mas pegas a los gastos en personal del IMSERSO, le propuse a mi jefa, Amalia Gómez, que invitara a la Secretaria de Estado de Presupuestos (en aquel momento  Elvira Rodríguez, hoy presidenta de la Comisión del Mercado de Valores), a visitar un centro. Y acepto. Se quedo a cuadros, porque no fue la típica visita del besito a los residentes, ramo de flores y sonrisas. Logramos que se enterase bien. No nos arreglo del todo el problema, pero admitió dar un trato mas flexible al IMSERSO.

Algo de eso habría que hacer con Cristóbal Montoro y Luis de Guindos. Claro que Ana Mato no es ni la sombra de Amalia.

Pero si no se consigue que los Ministros vayan a un CAMF, lo que se podría lograr es que los CAMF fueran al Ministerio. He terminado mi intervención animando a los profesionales a asociarse y hacerse oír  y dar la paliza en los medios de comunicación y a los residentes a que presionen a sus ONGS, recordándoles que COCEMFE hace mas de 30 años lleno el Palacio de los Deportes de Madrid de asociados en sillas de ruedas, lo que aterrorizo al entonces gobierno de la UCD y favoreció la aprobación de la Ley de Integración Social de Minusválidos (LISMI). Claro que entonces COCEMFE estaba capitaneada por luchadores y hoy lo esta por gestores, importante diferencia. Seguro que mi amigo Quim Buenaventura piensa lo mismo.

Los servicios sociales siguen siendo invisibles para todos menos para los que los necesitan (cada vez más) y para los que los trabajan. Estos días hemos vivido potentes manifestaciones de las batas blancas de la Sanidad. Habrá que apoyar todavía con más fuerza las mareas naranjas de los servicios sociales.

Al marcharme de Pozoblanco, además de regalarme un preciso cuadro de cerámica hecho en los talleres, me han propuesto volver al año que viene. Seria estupendo poder hacerlo y poder hablar de  un cambio a mejor en la situación de los servicios sociales. No va a ser fácil.


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